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Murieron vacunos en corrales de engorde por altas temperaturas

Fecha de publicaciĆ³n: 23/1/2020 12:40:00
Fuente: El Observador

Las pérdidas fueron principalmente en corrales ubicados en Durazno, Paysandú y Río Negro, y en algunos de ellos murieron hasta 200 animales.

Dadas las condiciones de altas temperaturas del verano, sumado a los altos índices de humedad, los animales pueden sufrir de estrés calórico o térmico. Esta situación afecta a los animales negativamente, disminuyendo la productividad de los vacunos y, en peores situaciones, poniendo en riesgo su supervivencia. Eso fue lo que sucedió durante diciembre pasado, cuando murieron varios vacunos de engorde a corral en feedlots ubicados Durazno, Paysandú y Río Negro principalmente.

Los números son variables; hubo lugares con muertes de cuatro o cinco animales y zonas que tuvieron arriba de 200 pérdidas.   

En diálogo con El Observador, Daniel Miranda, presidente de la Mesa Nacional del Feedlot, aseguró que desde hace mucho tiempo los animales se encierran todo el año, no solo en Uruguay, sino que en todas partes del mundo. Sin embargo, el país sufre cada vez más las consecuencias de las olas de calor.

Si bien se puede disminuir el efecto con un buen acceso al agua, a la sombra y mediante un buen manejo del ganado, son condiciones que dependen de cada encierro.

“Cada lugar tiene su microclima y cada corral tiene sus condiciones. Cada corral tiene que evaluar lo que necesita. Hay que trabajar en el manejo, en la alimentación, en la hora de dar de comer, en el manejo de la comida en el verano. Todo eso hace bajar la prevalencia”, señaló.

A pesar de que hubo corrales “con pérdidas importantes”, sostuvo que “no superaron las 1.000 cabezas” como se informó. “Son situaciones puntuales que se han dado siempre. Como se encierra cada vez más animales en verano, por un tema de números, parece más grande la cantidad de animales muertos. Pero son casos muy puntuales”, concluyó.  

Cuatro claves para mitigar el estrés por calor

Estas son las cuatro claves recomendadas por el Instituto Plan Agropecuario para mitigar los efectos del estrés calórico.

Sombra. En caso de no contar con sombra natural, se sugiere las artificiales como techos, cobertizos o media sombra. Su dimensión debe ser de cuatro metros de altura, por tres o cuatro metros cuadrados por animal, con una inclinación de 15 grados para que no se acumule agua, preferentemente con dirección norte-sur. Estas dimensiones evitan que los animales se estresen y desarrollen enfermedades.

Agua. Los animales deben tener acceso libre al agua, la cual debe ser fresca y de buena calidad. En verano, el consumo puede llegar a duplicarse. Las vacas en lactancia y los novillos en terminación consumen unos 80 litros por día. El frente de bebedero debería ser de seis centímetros aproximadamente por animal.

Manejo animal. El IPA sugiere evitar arreos, castraciones, vacunaciones y transportes durante las horas de mayor calor. En cambio, se debe organizar los trabajos para terminar antes de que comience el calor, no esperar al pico de temperatura para finalizar. Los animales deben tener buen estado sanitario, dado que un episodio de estrés por calor podría agudizar cualquier enfermedad. 

Alimentación. Se recomienda suministrar al ganado dietas con alto contenido energético. Hay que recordar que el animal, frente al aumento de temperatura, disminuye el consumo y aumenta requerimiento de energía, por lo cual hay que darle mucha calidad nutricional en poca cantidad.

Según las indicaciones del IPA, es importante que el productor reconozca los síntomas de un cuadro de estrés calórico: aumento de frecuencia respiratoria, jadeo, disminución del consumo de alimentos y aumento del consumo de agua. En caso de ver un animal con aspecto muy grave se siguiere bajarle la temperatura de inmediato con baño de aspersión (mangueras).


 

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