La crisis de la Covid-19 ha impulsado la contratación de seguros de viaje a Catalunya. Aunque las patronales no disponen de datos oficiales, las diferentes empresas consultadas por la ACN afirman que el porcentaje de viajeros que han comprado algún tipo de cobertura se ha disparado desde que el Gobierno decretó la apertura de fronteras. Según cifras facilitadas por Mondo, un corredor de seguros con sede en Barcelona, antes de la pandemia tan sólo el 30% de los viajeros se aseguraba, un porcentaje que ahora supera con creces el 50%. Lo mismo apuntan desde de AON España, un 'broker' de origen británico especializado en el sector y con un fuerte peso en el Estado. En su caso, la ratio de conversión roza el 100%.
Según explica la directora de 'travel' de AON España, Katia Estace, "en el Estado tradicionalmente se han contratado menos seguros que en los países nórdicos o a Gran Bretaña". "Cuándo la gente se marchaba a otros puntos del Estado o de la Unión Europea casi nunca contrataba, sólo cuando iba al extranjero". Tal como apunta esta directiva, sin embargo, la tendencia empezó a cambiar cuándo aparecieron los primeros casos en China y se acentuó con la reapertura de fronteras, cuando el coronavirus ya había sido declarada pandemia. "Los que contratan un viaje por agencia ya van asegurados, pero el comportamiento de los particulares es diferente; ahora todos van asegurados y se miran muy bien las coberturas", afirma.
En Mondo también han notado un cambio de tendencia, sobre todo con respecto a los viajeros que se desplazan desde el Estado a otros países de la Unión Europea. "Aunque exista la tarjeta sanitaria europea, la gente es cada vez más sensible a viajar tranquila", comenta el cofundador y conseller delegado de la empresa, Ricard Domènech. "Los desplazamientos a Europa todavía son pocos, pero los viajes se están asegurando y mucho", añade.
Aunque el porcentaje de turistas que decide contratar un seguro de viaje se ha incrementado notablemente, la facturación de las aseguradoras y las corredoras todavía no ha recuperado los niveles previos a la pandemia. Según los últimos datos de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), el tráfico aéreo entre enero y julio ha sido un 63% inferior con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Por otra parte, el IATA apunta que no será hasta el 2024 cuando se llegue a los volúmenes de tráfico previos a la crisis.
¿Qué coberturas ofrecen los seguros?
Cuando la crisis de la Covid-19 afectaba a pocos países, cualquier seguro de viaje ya ofrecía garantías más que suficientes. "Cuando hablamos de una epidemia hay cierta cobertura, tanto en cancelación como en asistencia de viaje; todo eso acabó cuando el coronavirus fue declarado como una pandemia, provocando que las coberturas quedaran anuladas", explica Domènech. "Eso dejó el sector en un paso en falso y tuvimos que trabajar muy intensamente para adaptarnos a las demandas de los clientes", puntualiza.
Ahora que la situación es fuerza más estable, las compañías ya han definido los límites de cada producto. El que sí que cubren los seguros de viaje son todos aquellos costes relacionados con la asistencia en viaje, es decir, todo aquello que esté relacionado con temas médicos: pruebas PCR, asistencia médica en caso de positivo y hospitalización entran dentro de este campo. Aparte, los seguros también cubren las cuarentenas médicas en caso de que el viajero sea asintomático y el coste de una prueba PCR si es por prescripción médica. Finalmente, el seguro también cubre todos los gastos relacionados con el hecho de haber perdido el vuelo de vuelta a causa de una hospitalización.
Lo que no cubren los seguros, en cambio, son las cuarentenas preventivas. "En este caso, como no hay afectación médica, es diferente", subraya Domènech. "Dependiendo del lugar, los costes los puede acabar asumiendo el gobierno local, pero quien lo asumirá en primera instancia será el viajero", explica el conseller delegado de Mondo. En este sentido, desde de AON recomiendan revisar bien las coberturas de cada seguro y todos los supuestos en los cuales se activa.
Un coste irrisorio en comparación con el importe del viaje
Las voces consultadas también coinciden al señalar que el auge en la contratación de seguros ha hecho ver a los viajeros que estos productos tienen un coste muy bajo en comparación con el importe total de una estancia. "Estamos hablando de un 1% o máximo un 2% de lo que vale todo el viaje", destaca Domènech. A modo de ejemplo, el directivo señala que un seguro de una semana en los Estados Unidos con una cobertura de hasta 1,2 MEUR tiene un coste que se sitúa en torno a los 30 euros. En Europa, la cifra todavía es más baja, en torno a los 15 euros. Incluir coberturas por Covid-19, además, no ha hecho variar en exceso el precio de los seguros, según apunta Domènech.
Por el contrario, los costes derivados de una hospitalización por covid-19 son extremadamente altos. Desde Mondo recuerdan el caso de un hombre que se desplazó de Madrid en Panamá y que dio positivo por coronavirus al país americano. "Si no hubiera contratado un seguro, esta persona, que estuvo más de diez días en el hospital, habría tenido que pagar 10.000 euros por día", explica Domènech.
Dar veinte pasos atrás para hacer cien hacia adelante
Aunque la reducción del tráfico aéreo ha castigado las empresas especializadas en seguros de viaje, estos confían en que la situación se acabará enderezando. Estace apunta que, a largo plazo, los cambios de mentalidad acabarán beneficiando en el sector. "Hemos dado veinte pasos atrás para hacer cien hacia adelante", dice.
A pesar de todo, también avisa de que algunos grupos saldrán más bien maltrechos. "Nadie aceptará un seguro que no cubra la covid-19", afirma. En relación con esta cuestión, explica que las compañías que han retirado productos del mercado lo acabarán pagando. "Los que se han sabido comportar durante la crisis y han trabajado con los 'partners' saldrán adelante", concluye.
